Si enseñar ya es un reto, formar a quienes enseñan lo es aún más. Los formadores de formadores son los responsables de preparar a futuros docentes, instructores y facilitadores para que enseñen de manera efectiva, innovadora y adaptada a los nuevos tiempos.
1. Dominio pedagógico y metodológico
Todo formador debe dominar el arte de enseñar a enseñar. Esto implica conocer teorías del aprendizaje, metodologías activas, diseño instruccional, y cómo adaptarlos según las características del grupo.
2. Comunicación clara y asertiva
No basta con saber. Hay que saber comunicar. Un buen formador de formadores debe expresar ideas complejas de forma clara, con empatía y adaptando su lenguaje al nivel de sus alumnos.
3. Capacidad de análisis y evaluación
Un formador debe observar, evaluar y brindar feedback constructivo. Esto incluye analizar cómo enseñan sus alumnos formadores y ofrecer recomendaciones concretas de mejora.
Si quieres una guía completa sobre este rol, consulta nuestra Guía para convertirte en Formador de Formadores en 2025.

4. Actualización constante
Las tendencias educativas evolucionan rápidamente: inteligencia artificial, gamificación, microlearning… Un formador de formadores debe ser curioso y estar siempre aprendiendo.
5. Liderazgo y empatía
Este rol implica inspirar, guiar y crear confianza. Se requiere liderazgo pedagógico para orientar a otros y empatía para comprender y apoyar sus procesos de aprendizaje.

Desarrollar estas habilidades de un formador de formadores no solo te convertirá en un mejor educador, sino también en un multiplicador de impacto.